Los frutos secos naturales o tostados no son solamente un snack para tomar entre horas. Los grandes chefs de la hostelería y la restauración recurren cada vez más a ellos para incluirlos en su oferta gastronómica.
Conocer sus características y propiedades les permite adaptarlos a diferentes platos y momentos del día para que sus clientes puedan disfrutar de ellos a todas horas, ya sea como desayuno, aperitivo, comida, postre o cena, entre otras opciones.
Posibilidades de aplicación de frutos secos naturales y tostados en diferentes momentos del día
Los frutos secos naturales o tostados aportan nutrientes de calidad a la dieta. Además de ser muy saludables, son extremadamente versátiles a la hora de introducirlos en la preparación de cualquier plato. Estas características hace que tengan un sitio asegurado en las propuestas de alimentación fuera del hogar de más calidad.
La heterogeneidad en el consumo extradoméstico de alimentos ha permitido que la aplicación de frutos secos en los diferentes formatos de la alimentación fuera del hogar esté en constante crecimiento durante los últimos años.
De hecho, los frutos secos se han llegado a posicionar como un producto de gran importancia en la gastronomía. Las posibilidades de estos elementos en la cocina incluyen tanto ser protagonistas de dulces o de recetas saladas, como permitir la innovación al incorporarlos en muchas recetas, llegando a sustituir otros alimentos para hacer preparaciones más ‘gourmet’ o saludables.
La aplicación de la innovación en la categoría de frutos secos a través de la introducción de mixes de productos, frutos secos laminados, coberturas dulces/saladas han permitido que los frutos secos también estén presentes en nuevos momentos de consumo. Por otro lado, la incorporación de estos como ingredientes de recetas tradicionales han atraído a nuevos segmentos de la población.
Incluso, los chefs y profesionales de cocina también han encontrado en los frutos secos naturales o tostados una oportunidad de revolucionar recetas y dar un valor de calidad extra a sus elaboraciones culinarias.
La apariencia de los frutos secos y su reciente posicionamiento como alimentos saludables ha hecho que muchos negocios de catering e incluso hoteles, los incluyan en sus buffets para asegurar un aspecto ‘gourmet’ en las preparaciones.
Por otro lado, las innovaciones en los formatos de los frutos secos y la versatilidad de estos alimentos, han permitido que los restaurantes de alta cocina procuren incluirlos como ingredientes en sus preparaciones dulces y saladas, para dar textura y revolucionar las preparaciones más tradicionales como entrantes, salsas o repostería.
De igual forma, el consumo de frutos secos como snacks cubre las necesidades de establecimientos de restauración colectiva y de restauración en ruta, en donde los consumidores se decantan por snacks de fácil consumo, pero que además demuestran tener propiedades saludables.
Por su parte, las cocinas centrales y las cadenas de restauración también han encontrado una gran oportunidad en los frutos secos, al poder adaptar los menús a las nuevas tendencias gastronómicas que marcan tendencia. Gracias a la aplicación de este producto como ingredientes es más sencillo ajustar preparaciones para ofrecer menús a base de proteína vegetal, cocina ecológica o cocina de autor.
Las necesidades de consumo están cambiando y los profesionales del sector buscan cubrir las diferentes expectativas y la variedad de preferencias de los consumidores. Es así como los frutos secos están presentes en los tres momentos principales de consumo: desayuno, comida o cena; pero también en el consumo denominado entre horas y de ocio.
Desayuno
Los frutos secos naturales o tostados en el desayuno representan un aporte importante de energía para empezar el día. Por esta razón, muchos restaurantes incluyen en su menú de desayuno preparaciones con frutos secos y también los hoteles, con servicios de buffet, suelen ofrecer diferentes tipos de frutos secos, semillas y panes elaborados con frutos secos.
Con el objetivo de aportar nuevos sabores y aromas y mejorar las propiedades del pan tradicional, se pueden incorporar frutos secos. El pan con frutos secos es ideal para desayunos, ya que puede utilizarse tanto en elaboraciones dulces con mermeladas naturales y frutas, o como base para bocadillos o tostadas.
La unión de cereales y frutos secos puede ser un éxito tanto a nivel culinario como nutritivo. Por esto, los proveedores de frutos secos cada vez suministran más de estos productos a restaurantes, hoteles y caterings para la preparación de desayunos tan sabrosos y sanos como las granolas. Resultado de mezclar diversos frutos secos con cereales, semillas y frutas desecadas – y ligadas con miel – se pueden tomar solas, con leche o con yogur y se convierten en un plato muy sabroso para las mañanas, que puede ser muy sofisticado si lo prepara un cocinero profesional.
Por otro lado, el aumento en el consumo de los porridge de avena también es una oportunidad de revolucionar una preparación clásica, al mezclarlo con frutos secos, frutas desecadas, frutas frescas y semillas.
Las bebidas vegetales también están presentes en los desayunos y ayudan a complementar un menú vegetariano. Se pueden preparar con diversos productos, como el arroz, la avena, la soja, o frutos secos, entre los más habituales están las avellanas y las almendras, que se consumen solas como una alternativa a la lactosa.
Snacks
Comernos unos frutos secos a media mañana o por la tarde no implica tener que tomarlos simplemente recién sacados de la bolsa. Salteados o al horno, y especiados al gusto, se convierten en un snack sabroso y muy saludable, perfecto para comer también fuera del hogar.
También se pueden añadir frutos secos naturales o tostados a un yogur natural para ofrecer como parte de un menú una merienda o un picoteo de media mañana sano, lleno de energía y con mucho sabor.
Por otro lado, los frutos secos naturales o tostados también se pueden combinar con cereales, para conseguir una combinación de texturas ideal. El resultado serán las conocidas barritas energéticas que se pueden preparar con diferentes combinaciones:
- Frutas desecadas como dátiles o pasas, para dar adherencia a los ingredientes y un toque dulce.
- Frutos secos como almendras, avellanas, anacardos o cacahuetes.
- Cereales en grano o procesados, como la avena.
- Semillas como linaza, sésamo, pipas de girasol, etc.
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Entrantes
Empezar una comida con un entrante atractivo, que satisfaga el paladar de los clientes es un requisito indispensable en la hostelería. Los frutos secos naturales o tostados combinan a la perfección con una tabla de quesos, realzando su sabor. Igualmente, pueden convertirse en un ingrediente indispensable para los untables tan de moda hoy en día.
Mezclados con una crema de queso son el complemento perfecto a unas crudités. También son habituales las mantequillas de cacahuete o anacardo, para tostadas o como base de canapés. Todas estas opciones resultan especialmente aptas también para los caterings.
Dentro de las creaciones culinarias de alta cocina, destacan entrantes como paté vegano de setas con nueces, el carpaccio de calabacín con almendras, o quesos veganos con semillas y frutas desecadas.
Comidas
Los frutos secos son un recurso único a la hora de preparar una comida sabrosa y equilibrada. Usarlos para rebozar carnes permite realzar su sabor y, a la vez, proporcionarle un toque crunchy muy atractivo.
De todos modos, donde los frutos secos son siempre imprescindibles es en las salsas para acompañar pescados y carnes, como la salsa de nueces y coco o la salsa romesco. Así, combinados con un pescado tan jugoso como el rape, crean un contraste digno de la alta cocina.
Por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de la picada o el majado con frutos secos como uno de los grandes secretos de las recetas tradicionales. Ajo, pan tostado, unas almendras o avellanas y una ñora en el mortero son más que suficientes para crear un plato.
Por otro lado, las ensaladas siempre han sido preparaciones ideales para agregar frutos secos naturales o ligeramente tostados y potenciar sabores o dar texturas. La variedad nos permite añadir tanto frutas desecadas con sabores más dulces como higos, ciruelas pasas, dátiles, coco y frutas exóticas; como también frutos secos salados como piñones, almendras, cacahuetes y nueces. Estos ingredientes añaden un valor de variedad y, acompañados de la vinagreta ideal, convertirán una sencilla ensalada en una ensalada gourmet.
Finalmente, los canelones, espaguetis, gnocchi o raviolis, son preparaciones que siempre se pueden acompañar de frutos secos. La pasta se puede cocinar de muchas maneras y los frutos secos aumentarán la calidad de la preparación al agregar aromas y sabores que combinan a la perfección.
En primer lugar, se pueden mezclar con vegetales, como un ingrediente más para modificar la textura del plato; pero también se pueden agregar como ingredientes de salsas. La salsa pesto es la más exitosa y tradicional por su mezcla de albahaca fresca, piñones y queso parmesano. Sin embargo, las innovaciones de pesto incluyen pistachos, pepinillos, vinagre balsámico y albahaca; o incluso pesto de almendra con cilantro.
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Cenas
Añadir frutos secos naturales o tostados a los purés o las ensaladas permite disfrutar de una cena ligera, saludable y muy nutritiva. Romperlos ligeramente en el mortero permite que se mezclen mejor y, por lo tanto, den más sabor. Algunas opciones innovadoras en este sentido son la ensalada de pollo con cacahuetes o la de higos con avellanas. También pueden añadirse a las vinagretas, para crear un aliño sutil y diferente.
También se pueden innovar las tradicionales recetas con variaciones sencillas, como el caso de los salteados con frutos secos. Un salteado con verduras de temporada junto a unas nueces o unas almendras especiadas, será una aportación que cambia por completo el sabor de la preparación.
Postres
Los frutos secos naturales o tostados ayudan a resaltar y dar personalidad a las masas. Si, además, los incorporamos en forma de grano o láminas, dan una textura especial a los dulces. Pero esta no es su única aplicación.
Los expertos en dulces y repostería los usan para sustituir el remojo de las torrijas, el aroma de un arroz con leche o, incluso, para decorar cremas. Por supuesto, también son grandes aliados como relleno de bombones y para mejorar los bizcochos y magdalenas, a los que aportan sabor y toque crujiente.
Las posibilidades de aplicación aumentan con las pastas, cremas y mantequillas de frutos secos. Las pastas se suelen usar para crear los rellenos de pastelería, como aderezo de múltiples platos dulces y para decoración de postres. Las tradicionales magdalenas, tartas de queso o los bizcochos se pueden adaptar a las últimas tendencias con la incorporación de frutos secos, mezclados con chocolates, nata y frutas frescas.
De la misma forma, los frutos secos son topping ideales para agregar texturas en los helados tradicionales o incluso, para preparar los helados como el helado de plátano, con nueces y caramelo o como el helado de almendra, gelat d’ametlla, una receta típica de la gastronomía mallorquina.
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Bebidas y cocktails
Aunque es una de sus aplicaciones más desconocidas, los frutos secos también se usan para la elaboración de bebidas sofisticadas, como los cocktails. Las combinaciones de almendras con licor Amaretto o de anacardos y vodka son maridajes perfectos para que los responsables de los negocios de hostelería sorprendan a sus clientes con tragos refrescantes, sabrosos y un punto exóticos.
Como proveedores de almendras y cacahuetes, sabemos que todas estas aplicaciones de los frutos secos naturales o tostados en la gastronomía los convierten en protagonistas de las cocinas de los negocios de restauración profesional.