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Frutos secos, frutas desecadas, snacks …
Se cree que los primeros almendros llegaron a la Península Ibérica de la mano de los fenicios, sin embargo, fueron los romanos quienes realmente impulsaron su cultivo.
El auge de su consumo en la actualidad está impulsado por la sustitución de proteínas animales por fuentes de origen vegetal y por su versatilidad, aplicándose en numerosas elaboraciones innovadoras en snacks, bebidas vegetales, harinas o confitería, entre otros.
Hoy en día, la almendra no solo es uno de los frutos secos más consumidos del mundo, sino que España se ha consolidado como uno de sus principales productores. ¿Qué hace a nuestras almendras tan especiales? A continuación, profundizaremos en sus características de sostenibilidad, la producción y sus variedades.
La almendra europea destaca por ser un producto seguro, saludable, sostenible y de alta calidad. Aquellos alimentos producidos en Europa, entre los que encontramos la almendra española o ibérica, están bajo los estrictos estándares europeos que garantizan la seguridad alimentaria y trazabilidad, ofreciendo beneficios tanto para el consumidor como para el medioambiente.
Además de sus beneficios para la salud, su producción promueve la sostenibilidad, protege el entorno y mejora la vida en las zonas rurales. Sus características apoyan la economía circular y aumentan su competitividad en los mercados internacionales.
El modelo de producción europeo destaca por su compromiso con la sostenibilidad, protegiendo el medioambiente, el bienestar animal y la seguridad alimentaria. Es uno de los más exigentes a nivel mundial, cumpliendo con estrictos requisitos agrícolas y en el uso de fitosanitarios.
Además, las entidades asociadas a SAB – Almendrave y CNCFS, como es el caso de Importaco Nuts, cumplen con el Protocolo Mundial de Seguridad Alimentaria, realizando análisis exhaustivos para garantizar la calidad del producto. A su vez, también deben adherirse al Código de Conducta sobre Prácticas Comerciales y de Marketing Responsables, garantizando así una producción ética y sostenible.
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El sector de la almendra europea apuesta por la economía circular, aprovechando al máximo todos los subproductos del almendro y reduciendo el desperdicio en cada fase de producción.
La cáscara de almendra se transforma en biocombustible sólido de alta calidad, generando energía a partir de biomasa. Además, las pieles, ricas en fibra, se reutilizan en la elaboración de alimentos funcionales, contribuyendo así a una producción más sostenible y eficiente.
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La almendra está de moda y su cultivo ha crecido significativamente en las últimas décadas a nivel mundial, convirtiéndose en el árbol frutal con mayor superficie plantada en la UE (Datos Eurostat). Dentro de Europa, España concentra el 81% de la superficie cultivada1, lo que la posiciona como el tercer mayor productor de almendra a nivel mundial (7% de la producción mundial)2, y el segundo a nivel exportador.
Mirando el futuro, en los próximos años se prevé que la producción de almendra en España crezca significativamente. ¿Las razones? Mejoras en el riego, que multiplican el rendimiento frente al secano, nuevas variedades de almendro más avanzadas y una gestión cada vez más profesional en las explotaciones.
El cultivo de almendras en la Península Ibérica es un ejemplo de agricultura sostenible y de bajo impacto, siguiendo un modelo europeo eficiente y respetuoso con el entorno.
Entre los factores clave de sostenibilidad destacan:
Además, la almendra ibérica refuerza el compromiso con una producción más responsable y contribuye a la lucha contra la despoblación rural, generando empleo y desarrollo en las zonas agrícolas.
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La producción de almendra tiene un impacto ambiental, económico y social. Su cultivo ayuda a fijar población en el medio rural, impulsa el emprendimiento y genera riqueza en zonas con poca actividad económica. En regiones como Castilla-La Mancha y Aragón, dos autonomías consideradas una parte importante de la España vaciada, el cultivo de almendros y su producción está siendo clave para combatir la despoblación, creando empleo y fortaleciendo la economía local.
El cultivo del almendro en la región mediterránea ofrece diversas ventajas sostenibles:
Estas cualidades hacen del almendro un cultivo sostenible y beneficioso para el medioambiente y las comunidades rurales.
En la Península Ibérica se cultivan diversas variedades de almendra. Gracias al clima y suelo, se consigue un fácil crecimiento de este fruto seco ofreciendo una amplia gama. A continuación te contamos cuáles son las variedades más utilizadas en la gastronomía y sus aplicaciones más comunes:
Cada una de estas variedades aporta características únicas, ofreciendo unas cualidades únicas para cada elaboración de creaciones gastronómicas para la oferta en hostelería.
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Importaco está firmemente comprometida con la mejora del sistema agroalimentario mundial, garantizando alimentos sanos y sostenibles que no solo satisfacen las expectativas de la sociedad, sino que también promueven la seguridad alimentaria y la nutrición de las generaciones futuras. Como parte de esta estrategia, Importaco participa activamente en la iniciativa de Agricultura Sostenible (SAI) y ha implementado una serie de prácticas destinadas a reducir el impacto ambiental de todas sus operaciones.
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Nuestra iniciativa Importaco Terra refuerza las buenas prácticas sostenibles en la producción de almendras, contribuyendo a la conservación del medio ambiente y al bienestar de las comunidades locales donde operamos. Este proyecto está enfocado en el cultivo propio de almendras en España y Portugal, con más de 550 hectáreas repartidas por la región, cultivadas siguiendo los estándares de agricultura sostenible y regenerativa.
El Modelo de Calidad 360º de Importaco es un enfoque integral diseñado para garantizar la entrega de productos seguros, nutritivos y saludables a los consumidores. Este modelo cubre cuatro dimensiones clave: correctiva, preventiva, predictiva y exploratoria, gestionadas de manera transversal para cumplir con los requisitos de calidad en todas las etapas del ciclo de valor.
Fuentes:
1 y 2. SAB- Almendrave y CNCFS
INC. International Nut & Dried Fruit Council
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